Mundo Sci-Fi, por CuernoBlanco.
Hay que simplemente perder la capacidad de asombro. De hecho, me parece que a estas alturas de Nintendo Wii y hologramas, la tercera ley de Arthur C. Clarke ha perdido enorme vigencia: “Toda tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Si hoy me dicen que los carros funcionan con maíz, o que hay una banda musical llamada Tron, integrada por robots, voy a sonreír, quizá con un dejo de sentimiento de maravilla, que se disipa rápidamente e incorporare la nueva información a mi base de datos cerebral sin romper ningún paradigma.
Así que cuando veo que pronto no hará falta ratón para manejar una computadora de manera ágil, no me sorprendo o veo el avance como mágico. Veo el avance como algo que quiero y aún no tengo y empiezo a fantasear en los usos que podría darle…
0 comentarios:
Publicar un comentario